Damm presenta una iniciativa de economía circular en Forética
El Grupo de Acción en Economía Circular comparte las claves para fomentar la economía circular en las empresas
El Grupo de Acción en Economía Circular liderado por Forética, que busca poner en valor la importancia de desarrollar modelos de negocio circulares y del que Damm forma parte junto a otras doce grandes empresas, ha analizado en el informe 'Máxima ambición circular para la Década de la Acción' la importancia de que las empresas se aproximen a la economía circular como el modelo necesario para la protección del entorno.
En dicho informe se recogen las claves para aumentar la ambición empresarial hacia un modelo económico circular. En primer lugar, es fundamental que las empresas definan su papel en esta transición, bien siendo beneficiarias, bien ‘adopters’ -aquellas que incorporan los principios de la economía circular obteniendo un impacto positivo- o 'enablers' -que ofrecen soluciones innovadoras que permiten mejorar la circularidad de otras organizaciones-.
En segundo lugar, es necesario que las empresas fijen objetivos en línea con la ciencia, es decir que las acciones que lleven a cabo realmente tengan un impacto positivo en la economía, el planeta y las personas. Además, es fundamental que estas contribuciones se midan, se reporten y se comuniquen con el fin de inspirar a otras organizaciones.
Por último, un modelo de economía circular debe involucrar a todos los grupos de interés de la organización, empezando por la plantilla y siguiendo por el resto de la cadena de valor. Es necesario hacer un cambio de mentalidad: de no impactar negativamente a buscar sanar y prosperar a través de las personas y los sistemas ambientales y económicos.
En el marco del encuentro, Juan Antonio López Abadia, director del departamento de optimización energética y medioambiente de Damm y representante de la compañía en el grupo de trabajo, presentó uno de los casos de éxito de economía circular impulsado en los últimos meses por Damm. López Abadia explicó cómo la compañía transformó en energía de origen 100% verde los más de 3,5 millones de litros de cerveza retirados de los establecimientos de clientes de restauración que habían quedado empezados durante el confinamiento.
La cerveza retirada de los establecimientos se transportó hasta la fábrica de El Prat de Llobregat, donde se depositó en unos tanques que contienen unos microorganismos específicos que la digirieron, produciendo un gas de origen biológico: el biogás. Posteriormente, una vez separado, el biogás se lavó y purificó, y se utilizó como combustible en una instalación de cogeneración que producía electricidad 100% de origen renovable.