La Consejería de Desarrollo Sostenible y Fuente Liviana liberan tres mil ejemplares de cangrejo ibérico para reintroducirlos en el río Tejadillos
La iniciativa pretende repoblar de esta especie autóctona que habitaba en toda la Península y que históricamente abundaba en las zonas fluviales de Cuenca, pero que en los años 70 del siglo pasado empezó a extinguirse
La Consejería de Desarrollo Sostenible del Gobierno de Castilla-La Mancha y el agua de Fuente Liviana han liberado tres mil ejemplares juveniles de cangrejo ibérico en las inmediaciones del río Tejadillos −los cuales han sido criados en la Astacifactoría de Rillo de Gallo (Guadalajara)− para repoblar la cuenca del río de esta especie autóctona y prácticamente extinguida desde hace medio siglo.
La colaboración entre la Consejería de Desarrollo Sostenible y Fuente Liviana permitirá también el seguimiento de la repoblación, así como el estudio de la evolución de las poblaciones de los mismos y de los riesgos ambientales que amenazan el establecimiento del cangrejo ibérico en las aguas del río Tejadillos, mediante técnicas de ADN ambiental (ADNe); un método no invasivo que llevará a cabo el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y con gran potencial en el campo del análisis de ecosistemas acuáticos, más allá del simple conteo estadístico de poblaciones.
Y es que históricamente, el cangrejo ibérico (Austropotamobius pallipes) −también llamado cangrejo de patas blancas o cangrejo de río europeo− se encontraba en los cursos de agua a lo largo y ancho de la Península, existiendo de forma abundante en las provincias de Ciudad Real, Cuenca y Guadalajara. No fue hasta los años setenta del siglo pasado cuando se introdujeron en la Península dos especies de cangrejos procedentes del continente americano −el cangrejo rojo y el cangrejo señal−, que tanto por su alta capacidad colonizadora como por ser portador de un hongo que causó mortalidades masivas del cangrejo ibérico, condujeron a la práctica desaparición de la especie, que quedó reducida a poblaciones aisladas de escasos individuos en la cabecera de ríos.
José Ignacio Benito, delegado provincial de la Consejería de Desarrollo Sostenible en Cuenca, participó en la liberación y calificó este tipo de proyectos de colaboración como “muy importantes para contribuir al mantenimiento de nuestra biodiversidad y más cuando se trata de una especie declarada vulnerable, que tuvo que protegerse. Una vez tengamos la valoración de los resultados de esta iniciativa, nos servirá para establecer futuras líneas de trabajo y sobre todo para recuperar el cangrejo autóctono en otros cursos de agua, ya que constituye un bien que fue muy apreciado por la ciudadanía en nuestra provincia y que queremos recuperar”.
Por su parte, el director de la planta de Fuente Liviana, Guillermo Latorre, apuntaba que “proyectos como la reintroducción del cangrejo ibérico forman parte del compromiso medioambiental de Fuente Liviana, los cuales contribuyen a la preservación de la naturaleza y la biodiversidad de los ecosistemas fluviales. Y es que el agua es un bien fundamental dada su importancia en la vida del planeta y en el bienestar de todos los seres que habitan en él”.
Por último, Javier Diéguez, investigador del Centro Superior de Investigación Científica (CSIC) del Real Jardín Botánico de Madrid, aseguraba que “el empleo de una técnica de ADN ambiental es fundamental, porque no solo reduce los costes y la intervención en el medio, sino porque nos permite identificar la presencia del cangrejo de río en el ecosistema acuático y su densidad. Se trata de la metodología más desarrollada hasta el momento, ya que además nos permite conocer cuál es su dinámica y como se ha asentado. Y esto es clave en proyectos de repoblación como este. Estamos trabajando con una especie emblemática cuyo asentamiento permite que el ecosistema funcione correctamente”.
El compromiso medioambiental de Fuente Liviana
La reintroducción del cangrejo ibérico forma parte del compromiso de Fuente Liviana con el medio ambiente. En los últimos años, la marca ha apostado firmemente por la sostenibilidad en sus procesos e instalaciones, a través del uso racional de energía y de proyectos de mejora continua para minimizar su impacto medioambiental. Prueba de ello es que en la última década ha reducido en un 22% el gasto de energía eléctrica −apostando por el uso de fuentes de energía 100% renovables y eficientes−, así como el 81% de las emisiones de CO2, usando electricidad con certificación de garantía de origen verde.
