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La campaña anual de promoción del reciclaje de latas de Damm cumple 30 años

La campaña anual de promoción del reciclaje de latas de Damm cumple 30 años

Este año, se han instalado más de 400 máquinas compactadoras en el litoral mediterráneo, que permitirán recuperar el aluminio de las latas para fundirlo y devolverlo nuevamente al mercado como materia prima, cerrando así el ciclo de vida de este material

Damm sigue apostando por el reciclaje y la economía circular como vía para contribuir a impulsar el cambio sostenible en nuestra sociedad. Coincidiendo con la llegada del verano, la compañía ha vuelto a lanzar la campaña anual de promoción del reciclaje, que celebra su 30 aniversario. Este año se han instalado más de 400 máquinas compactadoras de latas en las playas del litoral mediterráneo con el objetivo de promover la recogida y correcta segregación del aluminio para su posterior reciclaje y reutilización.

A lo largo de las últimas tres décadas, la campaña anual de promoción del reciclaje de latas se ha consolidado como un sistema sencillo y efectivo para dar una segunda vida a las latas. Cada verano se consiguen recolectar más de medio millón de estos envases cuyo reciclaje permite reducir un volumen de emisiones de CO2 similar al que emite un coche en marcha durante más de un año. Durante la campaña de recogida realizada en 2023, Damm recolectó más de 6 toneladas de latas.

Este proyecto permite a la compañía trabajar en el cumplimiento del ODS 12 para impulsar modelos de consumo y producción sostenibles a través de proyectos que promuevan la reducción, reciclado y reutilización de materias primas necesarias para la sociedad. Además, a través de esta iniciativa pionera en el sector, la compañía refuerza su compromiso de concienciar a la sociedad sobre la importancia del reciclaje.

Las latas recogidas en las máquinas compactadoras se convierten en láminas de aluminio, material 100% reciclable, para reutilizarlas posteriormente, cerrando así el ciclo circular del material.

Damm: comprometidos con el medio ambiente


Desde sus orígenes, Damm se ha mantenido firme en el compromiso con la sostenibilidad, apostando por fomentar un modelo de circularidad que revalorice el ciclo de vida de los recursos. Durante los últimos años, la compañía ha impulsado proyectos para reducir todos los elementos utilizados en los envases y embalajes, cambiando aquellos con mayor impacto ambiental por materiales que sean sostenibles. Actualmente, el 100% de los envases de Damm son reciclables y más del 50% de los de cerveza son retornables

Consciente de la importancia de promover diseños ecosostenibles y eficientes, la compañía ha implementado medidas concretas para alinear sus prácticas con el Plan de Acción para una Economía Circular de la Unión Europea. Damm colabora activamente con las entidades gestoras de los sistemas de recogida selectiva y recuperación de envases usados y residuos de envases Ecoembes y Ecovidrio.

 Damm cuenta con un sólido plan de gestión de envases retornables. Este sistema abarca la gestión de botellas y barriles retornables, garantizando su reutilización y minimizando así el impacto ambiental. Asimismo, la compañía cuenta también con el sistema Beer Drive, una solución de distribución de cerveza diseñada para establecimientos de hostelería con un alto consumo, que minimiza la gestión de residuos de envase y permite reducir las emisiones de CO2 derivadas de la logística de distribución.

El compromiso de Damm con la circularidad de los envases la llevó a convertirse en la primera compañía del sector que consiguió eliminar el uso de anillas de plástico para agrupar sus packs de latas y los plásticos decorados que los envuelven. Hoy en día Damm produce el 100% de sus latas con anillos de cartón 100% biodegradable, lo que ha permitido que se supriman 260 toneladas de plástico al año. Además, en 2021 Damm se convirtió en la primera compañía del mundo en contar con la certificación ASI (Aluminium Stewardship Initiative) Performance Standard y Chain of Custody Standard, una doble certificación que garantiza los más altos estándares ambientales, éticos y sociales para toda la cadena de aluminio, desde su producción hasta la fabricación de las latas, pasando por la elaboración de cerveza y el reciclaje.